miércoles, 30 de mayo de 2007

El mundo de la locura toma el Centro de Historia

Una maleta hecha y recompuesta de forma obsesiva; las puertas de una nevera llena de post its recordando hechos de forma compulsiva; la obsesión por la perfección por la limpieza, por los números (ese contar todo, transformar todos los hechos en números y, además, favorables), alucinaciones, amnesias, delirios de persecuciones o de personas que se creen que la televisión habla directamente para ellos. ¿Cuál es la frontera entre un loco y un cuerdo? Prácticamente invisible. Luces y sombras. Imágenes de la locura es el título de la exposición que ocupa el Centro de Historia hasta el 19 de agosto, una muestra que trata el tema desde el punto de vista cultural y no clínico o desde los posibles tratamientos sino que se presenta como "sensaciones que están ahí y en mucho de lo que veamos nos vamos a reconocer y a pensar ´eso lo hago yo", asegura César Falo, uno de los responsables de esta exposición.

"Los visitantes mayoritarios nos sentimos cuerdos, pero es la exposición la que va a hablar, voces que llegan desde la locura", como las frases del Elogio de la locura de Erasmo de Rotterdam, que van guiando al espectador.

La exposición la abre una gigantesca cita (por su significado y su tamaño) de Nietzche "¡Madre, estoy loco!"; y es que "el problema de la locura es cuando uno se da cuenta", pero en estas luces y sombras no se trata "el sufrimiento porque no lo sabemos, al igual que tampoco se toca el tema de la violencia porque es muy recurrente"; o los misticismos, los mitos o las creencias religiosas llevadas al extremo.

A continuación se muestra la historia de la locura y como era vista a través de los diferentes periodos históricos y culturales y como ha derivado hasta nuestros días "y la verdad es que no ha cambiado mucho", porque ha ido variando desde una visión sobrenatural y demoniaca hasta que actualmente adopta un rostro humano al que ahora se ofrece tratamiento.

Recoge también un pequeño teatro-retablo bajo una ópera de María Calas, en los que se repasan los símbolos de lo que era la locura hasta el siglo XIX "porque es entonces cuando entran psiquiatras y médicos y se trata de curar"; así como algunas imágenes conocidas por el espectador dentro de la historia del arte que se relacionan con los trastornos mentales, como la Melancolía de Munch; el Quijote asediado por los libros de caballerías; o algún Capricho de Goya. Todo acompañado con frases de Susan Sontang: "La locura siempre es algo molesto" o de Vinicios de Moraes: "Es mejor sufrir acompañado que vivir feliz sólo".

En dos espacios se incluye la obra de dos artistas que ya habían trabajado este tema. El zaragozano Luis Marco, que trata "la amnesia" a través de la palabra y de la dificultad de comunicación. Y el chileno Ramón Acevedo, un fotógrafo que presentará sus Retratos (Des) de la locura pero en lugar de imágenes, lo que mostrará por primera vez es un vídeo en el que "mezcla los retratos de locos con textos escritos por ellos mismos".

Otra de las salas está dedicada a la Fundación Naemi, que presenta Outsider, un arte interno, formado por 48 obras de artistas que han enloquecido y no de de locos que se dedican al arte; y que está acompañada con varios poemas de Leopoldo María Panero en una especie de jaula en la que está encerrado un hombre.

Los vídeos vienen de la mano de Radio Nicosia, quizá la primera emisora en España que transmite desde la locura; y que el 21 de junio, de 18.00 a 20.00 horas (con entrada libre) realizarán su programa en directo desde el salón de actos. O desde esa televisión en la que Montesdeoca se dirige directamente al espectador que está sentado enfrente.
También está presente el cine a través de 30 películas cuyas imágenes se van proyectando en dos pantallas. Algunas son reconocibles como Rainman o Alguien voló sobre el nido del cuco y otras menos, pero van apareciendo títulos.

Y como las obras no se exponen con sus autores, al final aparecen 86 fichas "ampliables por los visitantes" en el que aparecen quién es quién "en el mundo de la locura a través de sus fichas clínicas".


EVA GARCÍA


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