Tras dieciséis años de misiones internacionales en los que la Caballería Española ha desempeñado un papel destacado, el 2008 y con la misión "Libre Hidalgo VI" quedaron grabados en nuestras retinas y en nuestros corazones como aquel momento en el que tuvo lugar la mayor proyección de una unidad de caballería fuera del territorio nacional. Podemos decir con orgullo que "nosotros estuvimos allí”, aunque nada más sea, como un eslabón de la cadena que otros compañeros iniciaron y que nosotros continuamos, poniendo el mayor empeño posible y haciendo que nuestra estancia al sur del Litani adquiriera, para siempre, una significación especial.
Como una pequeña maquinaria de memoria colectiva, la colección fotográfica que presentaremos el próximo 15 de enero no es más que un collage de momentos, de actitudes, de anhelos y de voluntades, que un día quedaron apresados en una cámara, pero que se repitieron, veces incontables, a lo largo de toda la misión. Son los rostros de unos libaneses que lucharon por una vida mejor y los de unos españoles que se esforzaron al límite por cumplir, con la mayor exactitud posible, el mandato de Naciones Unidas. En medio, un inmenso catálogo de intrahistorias que cabalgaron siempre en la misma dirección: el cumplimiento de lo ordenado y el acrecentamiento del prestigio de nuestro país.
El contingente que tuve el honor de mandar demostró, sobradamente, ser un conjunto bien instruido, cohesionado, con una motivación extraordinaria y con un espíritu militar fuera de toda duda. Eso convirtió este tiempo en una travesía llevadera donde la ilusión por hacer las cosas bien no dejaba lugar a que se intuyese displicencia ni fatiga alguna. Las fotografías que componen la exposición así lo atestiguan, aunque sea en su calidad de brevísima selección entre otras muchas que quedarán para ilustrar nuestro inventario de vivencias personales.
Sentimos pena al dejar en Líbano a tantas personas queridas, aunque sabemos, perfectamente, que quedaron en buenas manos y eso también nos hace mirar al pasado con más satisfacción que añoranza. Veríamos cumplidos una buena parte de nuestros deseos si los retratos que exponemos, sirvieran de homenaje a los que nos precedieron - algunos de los cuales pagaron, en su empeño, el precio más alto que puede imaginarse- de imborrable recuerdo para los que los protagonizamos, y de acicate y estímulo constante para los que nos sucedan.
Del 14 al 28 de enero de lunes a viernes de 18h a 21h y sábados de 11h a 13:30h y de 18h a 21h.
Entrada libre.
Centro Joaquin Roncal
Calle San Braulio 5-7
50003 Zaragoza
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