El escultor andaluz Chiqui Diaz ha traído a la galeria Salduba, una gran colección de esculturas de bronce dedicado a la naturaleza. Desde su taller en Olivares-Sevilla, en una finca en medio del campo, Chiqui Diaz trabaja la escultura, su creación artística tiene un proceso largo donde el artistas participa en primera persona en todas sus fases, que empieza a partir de “la idea”, que será un nuevo concepto, una nueva forma, un nuevo reto, a investigar, a experimentar y a desarrollar.
Trabaja en medio de la naturaleza, observando el comportamiento del animal elegido, profundizando en el estudio de su anatomía y de sus aspectos morfológicos. En sus comienzos, el escultor sevillano empezó representando ciervos, corzos, caballos, toros, en reposo o en movimiento, dentro de una línea realista; pero la obra de Chiqui Diaz va mas allá de la pura representación, el artista idea nuevas formas de expresividad, de concepción, quiere dinamismo y movilidad, sus esculturas se convierten en piezas modulares y movibles, tomando formas abstractas al separarse y recuperando su forma real al acoplarse, ejemplo de ello son “La leona”, “La rana”, “El toro”,, también crea esculturas que representan el movimiento, nos sorprende con sus aves en vuelo sin puntos de apoyo, o sus ”Mariquitas volando” sujetas desde un extremo de una de sus alas dejando todo el peso en el extremo opuesto creando de esta manera la sensación de oscilación, o su “Galgo”, escultura por la cual fue premiado y denominado como mejor escultor Animalista de Europa, representando al animal en plena persecución y dando la curva, con toda la musculatura en acción y sujeto solo de una pata, único punto de unión con la base, dando la sensación de, que su cuerpo esta en el aire, retando a la gravedad, o sus lagartijas de cuatro metros, adheridas a la pared de un gran edificio.
Y es que estamos hablando de un escultor que conoce muy bien los extremos del broce, ha trabajado desde muy joven en la fundición familiar, su oficio le ha permitido conocer los secretos de este material y sabe hasta dónde puede llegar y arriesgar. Sus esculturas también nos ofrecen diferentes sensaciones, el artista nos invita a acariciarlas para sentir las formas y las texturas que son agradables al tacto o nos recrea la vista con los diferentes colores que le da a la pátina en el acabado final. Este es el arte de un gran escultor, inventor de las formas, que une creatividad y conocimiento, un escultor que transforma a la materia en un arte vivo.
Hasta el 25 de Julio, C/ Madre Vedruna, 5
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