martes, 1 de abril de 2014

IAACC Pablo Serrano, exposición 'Un árbol es un árbol' de José Andrés Lacasta y Nacho Rodríguez


Un árbol es un árbol es el título de la autobiografía del magnífico cineasta americano King Vidor (1894-1988). Esta obra, considerada por muchos estudiosos del cine como uno de los mejores tratados cinematográficos de la historia, nos habla de una época con una efervescencia creativa hollywoodiense irrepetible. Pero también de un ambiente tremendamente viciado y lleno de contradicciones que a la postre acabó haciendo desertar de la industria a este irrepetible autor, cuya última película, industrial, la rodó en los Montes de Valdespartera (Zaragoza) Salomón y la Reina de Saba (1959).

Esta exposición no es una hagiografía de King Vidor, ni tampoco un homenaje a su trayectoria cinematográfica e influencia artística. Podríamos decir que se trata más de una reivindicación de una parte de la esencia de su arte de los primeros y últimos años de su carrera (1925-1935) para poder acercarnos a su particular visión sobre la realidad del legado de la guerra, el desarrollismo, las consecuencias de la crisis económica y la reivindicación de la naturaleza.

Vidor en los años 20 y sobre todo en los 30 se posicionó en la parte del inconformismo estético y formal desde el cual retrató el conformismo alienante que tanto el desarrollismo económico como la Gran Depresión habían generado. El joven director cabalgó a través de su privilegiada atalaya de observador y de dominador de una herramienta mediática cada vez más poderosa como era el cine, desde donde no dudó en zambullirse en una dura y paradójica realidad social que no dejaba de reportarle innumerables fuentes creativas, y que partían siempre de lo que él denominaba hombre medio en la multitud. Todo ello en un momento en el que la multipolarización y los nuevos grandes ismos del arte, la cultura, la ciencia, la economía y la política aparecían en la misma medida como síntomas de pluralidad, como de peligroso sectarismo. A este cineasta le interesaba la tragedia del individuo en sociedad y en un entorno natural que cada vez comprende y escucha menos, pero al que necesita recurrir, porque es el que en última instancia le presenta mínimas garantías de supervivencia, de protección y de dignidad.

Los reveladores y brillantes destellos de la obra y pensamiento de King Vidor son los que nos hacen reaccionar y los que nos inquieren a retrotraernos a la raíz y la esencia de la naturaleza humana social y medioambiental, y también a nuestro compromiso personal con el arte. Vidor nos presenta unos cimientos muy sólidos para que otros sigamos modestamente investigando y explorando, y esta es la idea a la que buscamos arrimarnos con nuestras obras y nuestras piezas de video con este proyecto, sin separarnos mucho de Vidor, porque lo vio y lo hizo transcender como nadie; pero también buscando un nuevo hueco y espacio de emancipación artística al que la actual realidad social, económica, ecológica, política, laboral, ética y moral nos empuja, aunque la historia de 1930 desgraciadamente se repita y ya fue magníficamente contada.

IAACC Pablo Serrano
Martes a sábado de 10 a 14 y de 18 a 21h.
Domingos y festivos de 10 a 14h.
Del 7 de Febrero al 4 de Abril de 2014