lunes, 6 de abril de 2009

La sala del 4º Espacio Cultural recupera la memoria subversiva de la ciudad y sus movimientos sociales.

La sala de exposiciones del 4º Espacio Cultural, de la Diputación Provincial de Zaragoza, ha inaugurado esta tarde una muestra que recupera la memoria subversiva de la ciudad y sus movimientos sociales. La exposición, organizada por el Colectivo Zaragoza Rebelde, también puede verse en el Centro de Historia de Zaragoza, y permanecerá abierta hasta el 10 de mayo.

En declaraciones a Europa Press, Esther Moreno, miembro del Colectivo Zaragoza Rebelde, explicó que la muestra se centra en los movimientos sociales de la capital aragonesa entre 1975 y el año 2000, y repasa "la huella que dejaron en la ciudad", pero "sin nostalgia", aportando una visión crítica, y en ocasiones irónica, sobre los acontecimientos que protagonizan las obras de los artistas, los carteles, fotografías, recortes de prensa y materiales audiovisuales.

El pasado y el presente de la ciudad se analizan desde la óptica de los movimientos feministas o vecinales, con la mirada de un insumiso o teniendo en cuenta las huelgas y movimientos laborales. En concreto, en la sala de la Diputación de Zaragoza los artistas exponen su visión irónica de algunos símbolos de la ciudad.

Así, pueden verse nueve banderas relacionadas con Aragón y reinterpretadas por Miguel Ángel Gil y Josema Oliden; un "homenaje al tesón maño" con dibujos de cabezudos, de Javier Joven, o 'El tres de mayo de 2008 en Zaragoza: los fusilamientos de la margen izquierda", obra de gran formato en la que este mismo artista, emulando a Goya, otorga el protagonismo a los baturros y a Fluvi, apostados contra una hamburguesa y con la Basílica del Pilar como fondo.

También el proyecto de manto para la Virgen del Pilar de Paco García Barcos, que propone inscribir en un manto negro el número de aragoneses mayores de 65 años que viven por debajo del umbral de la pobreza, y el año en que pasaron esta situación, hasta que ningún aragonés viva así o hasta que el manto se quede sin espacio.

Otra de las obras más curiosas es la del colectivo Treta, que propone un proyecto urbanístico para la Plaza de Europa de la capital, "visto desde el lado femenino", de forma que el obelisco deje de ser la pieza fundamental del espacio; o las alfombras de Ángel Lalinde, una crítica a la hipocresía que existe en torno a la inmigración, que titula 'Bienvenidos'.

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