Los elogios al director, Javier Brun, se trocan en críticas feroces a la gestión de la entidad y los criterios de selección de obras. Al aprecer la Gestión ha sido muy deficiente en estos años.
Esteban Villarrocha, gerente de Teatro Arbolé y miembro del consejo asesor del Centro Dramático de Aragón, se mostraba ayer perplejo por la noticia, y aseguraba que "al consejo no se le ha consultado nada. No se nos ha reunido desde hace meses".Villarrocha está de acuerdo en que "hay que definir qué estructura necesita esta región" para un centro de estas características, y opta por "una cosa equilibrada, adecuada, no ir a lo gigantesco, sino a lo sensato". Según dijo, lo principal es que "el gasto de dinero público tenga repercusión en la vida de los ciudadanos" y que lo que los políticos decidan poner en marcha -sea un centro dramático o un instituto del teatro- sea fruto de "un debate entre todos los sectores, incluidos los espectadores".Villarrocha opinó que, en cualquier caso, "no todo lo que ha hecho hasta ahora el Centro Dramático está tan mal" -recordaba, por ejemplo, que el espectáculo "Travesía" lo han visto 2.500 escolares- pero echó de menos "alguna campaña de captación de público". Además, dijo que el Centro Dramático funciona "sin sede" (el Fleta sigue paralizado).
Víctor Biau, representante del Sindicato de Actores y Actrices de Aragón, que agrupa a 163 profesionales, se monstro sorprendido, indignado y alarmado.
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