martes, 3 de abril de 2007

Herzog defiende su "Espacio Goya" ante una población muy sensibilizada.


El polémico espacio Goya de la capital aragonesa sufrió ayer una nueva batalla. Jacques Herzog tuvo que leer, durante su presentación, una pancarta con esta frase: Espacio Goya en los Alpes Suizos.

Sin duda estamos viviendo uno de las mayores enfrentamiento entre un arquitecto extranjero y una población muy sensibilizada por uno de sus mayores artistas, Francisco de Goya.

El arquitecto suizo se defendió con frases como "no empezamos desde una posición suiza que después trasladamos a cualquier otro espacio", sino que "queríamos que este espacio fuera único, que sólo pudiera estar aquí". O "Éste no es un gran proyecto --dijo--, pero sí uno de los más interesantes por su riqueza conceptual y uno de los más típicos de nuestra forma de trabajar". El equipo Herzog-de Meuron tiene como seña de identidad resolver airosamente espacios difíciles e implicarse en los proyectos.

El salón estaba lleno y el sótano y la planta calle llena de personas siguiendo la traducción simultánea, Jacques Herzog desplegó su idea en Zaragoza: "Inventar algo que vaya más allá de la arquitectura, que se combine la arquitectura con el arte y que lo penetre, que no puedan desunirse con facilidad".
El arquitecto suizo siguió su presentación mostrando un mapa de España con puntos en los que Goya dejó obra in situ: "Queríamos que el museo Espacio Goya fuera único, que sólo pudiera estar aquí", pero que a la vez, explicó, "reuniera la obra que el pintor dejó fuera de Zaragoza". Ese concepto determinó que desarrollara la idea de salas ancla, para poder "experimentar físicamente la obra ausente".
De ahí, Herzog pasó a desarrollar las actuaciones en tres grupos: los patios, las salas ancla y lo que llamó "la gran escalera". Y respecto al patio de la Escuela de Artes indicó que se trata de vaciarlo de su ocupación por arquitectura, para crear un espacio público en el que puedan instalarse esculturas contemporáneas como las de los hermanos Chapmann sobre motivos de Goya, al estilo del patio abierto en Basilea con esculturas de Chillida, Rodín y otros. "Es una sala al aire libre para preparar al visitante", señaló.
En relación con las cuatro salas ancla el arquitecto se refirió a los espacios a transportar: una sección de la sala capitular de la Cartuja Aula Dei ; la estancia de la Quinta del Sordo, que ya no existe como edificio, y donde Goya realizó sus Pinturas Negras; la real Academia de San Fernando, y la ermita de san Antonio de la Florida. "Son ancla, porque enraizan un edificio", señaló.
"Hemos estudiado las salas para que haya una combinación de dos tipos de arquitectura, como ocurrió en la Mezquita de Córdoba cuando Carlos V penetró en ella". Y en la sala de la escuela de artes dispuesta para albergar San Antonio de la Florida (la del gran ventanal de la fachada y su cupulilla), Herzog señaló que se ha buscado "calidad estructural del espacio para transferirlo al plano de las Bellas Artes. Lo hemos unido a la fachada para que haya un contacto con la ciudad".
Y se hará notar que en el edificio "de repente, habrá un cambio; nada es mejor que una riqueza de espacio". En esos espacios, las obras de Goya dialogarán con las de otros artistas contemporáneos que le han glosado. "Será a la vez un espacio de Goya y un espacio de arte contemporáneo verdadero".

Habrá un salto de escala y de dimensión de la sala de san Antonio de la Florida, pensada de dentro afuera y utilizando diversos estilos históricos cuya mezcla se verá en la fachada. Del Aula Dei se ha seleccionado una parte para integrarla en el nuevo espacio. Respecto a la Gran Escalera, la señaló como "un gran elemento perforador", inspirado en arquitecturas históricas perforadas para construir luces y sombras, sin dejar de ser estructural.

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